Una vez más, después de 25 años trabajando en IES, los profesionales de la orientación tenemos que sufrir, curso tras curso, la indefensión ante la disparidad de materias y horas de docencia que se nos asigna y la total arbitrariedad de criterio para dotar de orientadores a los centros, habiendo un único orientador tanto para un centro de setecientos alumnos como para otro de mil quinientos.
Todo ello afecta al tiempo que podemos dedicar a nuestras tareas específicas de Orientación Educativa e impide garantizar el derecho a una Orientación Educativa de calidad que tiene el alumnado y la comunidad educativa. En consecuencia, solicitamos que se tengan en cuenta las siguientes peticiones:
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Un orientador por cada 250 alumnos/as con un horario completo y adecuado que permita desarrollar todas las tareas de la Orientación Educativa y alcanzar a todo el alumnado de un centro.
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En caso de que se atribuyan horas de docencia al orientador educativo hay que asignarle necesariamente una materia afín a su especialidad.
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Dignificar la Orientación Educativa asegurando el derecho de todo el alumnado a ser tutelado, informado y asesorado, así como a la igualdad de oportunidades tanto en el acceso como en su promoción y desarrollo.